¿Cómo se administra la alimentación artificial?

La alimentación artificial se puede administrar de varias maneras. Cada una de estas implica enviar alimentos líquidos al cuerpo a través de una sonda. Algunos tipos de sondas son las siguientes:

• Sonda nasogástrica. Se introduce a través de la nariz hasta el estómago. Administra alimentos líquidos directamente allí.

• Sonda de gastrostomía o sonda de gastrostomía endoscópica percutánea. Se introduce a través de un pequeño orificio en el estómago. Envía alimentos líquidos directamente al estómago.

• Tubo intravenoso. Se introduce en una vena. Envía alimentos líquidos directamente a los vasos sanguíneos.

¿Cuáles son los riesgos de la alimentación artificial?

Algunos riesgos son sangrado o infección en el lugar de inserción y problemas de la sonda. Si la alimentación artificial va a los pulmones en lugar de entrar en el estómago, puede provocar neumonía con riesgo de muerte.

¿Qué pasará si decido recibir alimentación artificial?

Recibirá alimentación artificial para ayudar a su cuerpo a funcionar. Esto lo ayudará a sentirse mejor y mejorar su calidad de vida. Por otra parte, si usted está cerca del final de su vida, quizás le cueste tolerar los problemas que pueden surgir con el tratamiento. En ese caso, el proveedor de atención médica podría recomendar que no le den alimentación artificial si representa una carga excesiva para su cuerpo, si no prolongará su vida o si no brindará alivio para sus síntomas. 

¿Qué pasará si decido no recibir alimentación artificial?

Seguirá recibiendo cuidados paliativos. Esto incluye medidas para aliviar el dolor y otros síntomas. Si todavía puede masticar o tragar, quizás se le ofrezcan alimentos por placer. Esto se hace alimentando con cuchara o con la mano con cuidado. Si no puede ingerir ningún alimento por la boca y decide no recibir alimentación artificial, su cuerpo dejará de funcionar poco a poco. Es probable que la muerte se produzca en varios días o unas semanas. Quizás le reconforte saber que la mayoría de los pacientes que se acercan al final de su vida no suelen sentir hambre ni sed. La sequedad bucal es un problema más frecuente. Puede aliviarse humedeciendo los labios y la boca. También pueden administrarse pedacitos de hielo y pequeños sorbos de agua, si lo desea.

¿Cómo decido si quiero recibir alimentación artificial?

El proveedor de atención médica y demás miembros del equipo de atención médica pueden darle más información sobre la alimentación artificial y lo que ello significa para usted. Si lo desea, puede incluir a los familiares y amigos en estas discusiones. Al tomar su decisión, considere pensar en los siguientes factores o consultarlos con su equipo de atención médica:

• ¿Mejorará mi enfermedad? ¿O va a empeorar? ¿Qué probabilidades hay de que me cure?

• ¿Qué efectos tendrá la alimentación artificial en mi salud? El hecho de recibir el tratamiento, ¿cambiará el pronóstico de mi enfermedad?

• ¿Cuáles son los riesgos y los beneficios de la alimentación artificial? ¿Qué problemas puede causar? ¿Podré vivir con estos problemas?

• ¿Cómo afectará la alimentación artificial mi comodidad y calidad de vida?

• ¿Cuánto tiempo necesitaré la sonda de alimentación? 

• Ya no se recomienda usar sondas de alimentación en personas con demencia avanzada debido al dolor y el sufrimiento que provoca y que no cambia en nada el avance inevitable de la enfermedad.

Considere sus propios valores o creencias religiosas. También es conveniente que pida consejos a las personas que comparten sus valores.

Nota

Si tiene dificultad para tomar la decisión sobre la alimentación artificial, pregúntele al proveedor de atención médica si puede recibirla por un tiempo corto para ver si le ayuda a sentirse mejor. Una vez finalizado el período de prueba, podrá decidir si quiere continuar o suspender el tratamiento.

¿Cómo les digo a los demás mi decisión sobre la alimentación artificial?

Puede dar a conocer su decisión informando directamente al proveedor de atención médica. Lo ideal es que indique sus deseos de tratamiento por escrito en instrucciones anticipadas. Se trata de unos formularios legales que hacen referencia a las decisiones de atención médica. Las leyes sobre instrucciones anticipadas varían de un estado a otro. Consulte al proveedor de atención médica sobre los formularios necesarios para garantizar que se cumplan sus deseos. Algunos formularios comunes son los siguientes: 

• Un poder permanente para atención médica o formulario de apoderado para decisiones médicas. Este formulario permite designar a una persona para que tome decisiones de tratamiento en su nombre cuando usted no pueda hacerlo. Esta persona suele llamarse apoderado para decisiones médicas, apoderado con poder notarial para atención médica, apoderado con poder legal para cuidados de salud, sucedáneo para tomar decisiones o representante.

• Un testamento vital. Mediante este formulario, se informa a los demás sobre los tipos de tratamiento que usted desea recibir o rechazar si se enferma o lesiona gravemente hasta el punto de no poder expresar sus voluntades.

Tenga presente que puede cambiar o revocar las instrucciones anticipadas en cualquier momento. Acostúmbrese a revisar sus decisiones cada vez que haya un cambio en su salud o en sus objetivos de atención médica. Asegúrese de informarle al apoderado para decisiones médicas y a sus seres queridos sobre cualquier cambio en sus decisiones.

Decidir sobre la alimentación artificial de un ser querido

Lo ideal es que la decisión sobre alimentación artificial se tome con el consentimiento del paciente. Sin embargo, en algunos casos, la decisión podría recaer en el apoderado del paciente u otro adulto. Si tiene que tomar la decisión sobre la alimentación artificial de un ser querido, comience por hablar con el proveedor de atención médica del paciente. Averigüe los objetivos de los cuidados, así como los beneficios y las repercusiones del tratamiento en la salud de su ser querido. Piense también en las voluntades y los valores de su ser querido. Si es necesario, pídale consejos a otro miembro del equipo de atención médica, como un trabajador social o asesor espiritual.